jueves, 6 de septiembre de 2007

Lo que debemos saber sobre los huracanes

Uno de los problemas más recurrentes en la divulgación del riesgo es la proliferación de textos o documentos que no se soportan en fuentes confiables de información. Es común encontrar, para un mismo concepto, información fuera de contexto. Dos frases de algunos de estos textos permitirán justificar mi afirmación:

Frase 1. […] aplicables a la proyección de estructuras y edificios antisímicos […]”, tomado de un documento de la UNESCO. No existen edificaciones antisímicas, ojalá… Dios lo permita.

Frase 2. […] el peor movimiento telúrico de la historia del país, que tuvo una intensidad 7,6 grados Richter […]”, tomado de el www.tiempo.com con fecha del 15 de agosto de 2007. La escala de Richter es una escala de magnitud referida a la energía liberada en un movimiento sísmico, la escala de intensidad es la de Mercalli y mide, subjetivamente, el nivel de daños causados.

Este es un problema y, en mi concepto, un problema menor. Los grandes problemas en la divulgación del riesgo se presentan cuando se mezclan con otros factores que poco tienen que ver con el o los fenómenos que originan el riesgo. La racha de huracanes en 2005 fue una gran oportunidad para justificar la teoría dominante sobre el cambio climático ¿Qué pasó en 2006? Según la teoría, el incremento de la temperatura por gases invernadero no disminuirá, así disminuyamos nuestra emisión de este tipo de gases. Sí el cambio climático es culpable de esa racha de huracanes de 2005 ¿qué pasó en 2006?

Centrarnos en la validez o no de la teoría es algo que debemos dejárselo a los científicos. En lo que debemos centrar la atención es en el conocimiento de las amenazas que nos rodean y en las condiciones de vulnerabilidad que nosotros mismos propiciamos. Que el cambio climático haya generado huracanes como el Katrina, sólo sirve para distraer la atención del desastre mismo ¿cuál ha sido el debate en torno a la inacción del gobierno de Bush antes y después del desastre? ¿Cuán divulgado ha sido que Bush estuvo informado de que los diques de Nueva Orleáns estaban rotos el día que el huracán Katrina tocó tierra, según la denuncia de Michael Brown, ex director del FEMA (Federal Emergency Management Agency)? Mucho se habló de la incapacidad del gobierno para atender el desastre, pero poco sobre el exiguo presupuesto del FEMA, el cual fue desviado para atender la guerra personal de Bush con Irak.

Las afirmaciones anteriores podrían pensarse que contradicen mi propuesta de no cambiar el rumbo de nuestra atención en el riesgo per se. Más no es así. Las condiciones de vulnerabilidad están asociadas a condiciones de seguridad. La seguridad frente amenazas naturales como los huracanes no es más que la resistencia frente a la destrucción. Un término muy de moda, en el estudio del riesgo, que define mejor esta resistencia es la “resiliencia”, definida como la capacidad que tiene un sistema para resistir cambios producidos por el entorno. Nueva Orleans no la tuvo, sus condiciones de vulnerabilidad fueron irresponsablemente incrementadas. Los diques no se repararon a tiempo, el FEMA no respondió, la población pobre (la más vulnerable) se dejó a su suerte.


Este rincón, en el contexto del párrafo introductorio, se ocupará de lo que debemos saber sobre los huracanes.

¿Qué es un huracán?

El FEMA en su publicación “Are you ready” (www.fema.gov/areyouready/ ) lo define como un tipo de ciclón tropical, el cual va acompañado de tormentas eléctricas y con vientos sostenidos iguales o superiores a 119 Km/h (74MPH o 64 nudos). Para velocidades menores son simples tormentas tropicales (entre 61 y 188 Km/h) o depresiones tropicales (menores de 61 Km/h).

En general un huracán es un ciclón o “Tormenta Tropical” del Atlántico, como lo es en otras partes del mundo, así en Filipinas se le diga Baguío, en Japón se le denomine Tifón y Wyly Wyly en Australia. Cada uno de ellos son un mismo fenómeno… una tormenta tropical.

¡De dónde vienen los nombres que se le dan a los huracanes?

Desde 1953, a las tormentas tropicales en el Atlántico se les asigna un nombre de las listas originadas por el Centro Nacional de Huracanes de EEUU, que en la actualidad mantiene y actualiza un comité internacional de la Organización Meteorológica Mundial. Actualmente se usan seis listas cada una con 21 nombres en rotación, con nombres alternados de hombre y mujer. Las listas de 2001 se usan en este año. Cuando una tormenta es desastrosa, el nombre se tacha de la lista. Es decir, Katrina, Andrews, Mitch , etc. han desparecido de las listas, pero sobreviven en la historia de los desastres.

Estos nombres son reemplazados por otros. Por una extraña razón, en las listas no aparece el nombre de George.

En caso de que una temporada registrara un número superior a 21 ciclones, se utilizarían las letras del alfabeto griego (Alfa, Beta, etc.) para designar el resto de huracanes.

Para el 2007 esta es la lista: Andrea, Barry, Chantal, Dean, Erin, Felix, Gabrielle, Humberto, Ingrid, Jerry, Karen, Lorenzo, Melissa, Noel, Olga, Pablo, Rebekah, Sebastien, Tanya, Van y Wendy. A la fecha de esta publicación, ya había pasado el huracán Felix.

¿Qué es un huracán de categoría 5?

La respuesta es simple. Es un huracán de padre y señor mío. Desastrosos.

Los científicos estadounidenses Herberth Saffir y Robert Simpson desarrollaron una escala, la forma más aceptada, para "categorizar" los huracanes que sirve para estimar la cantidad de daños que pueden producir y que está en función de la velocidad de los vientos que forman el huracán. Esta escala en forma resumida es la siguiente:

Escala Saffir-Simpson para medir la intensidad de los huracanes

Categoría

Vientos sostenidos

(Km/h)

Daños

Marejada

(m)

1

119-153

Mínimos

1.21-1.52

2

154-177

Moderados: Todas

las casas móviles, embarcaciones pequeñas; Inundaciones

1.53-2.44

3

178-209

Extensos: Edificios pequeños, carreteras a bajo nivel

2.45-3.66

4

210-249

Extremos: Techos destruidos, árboles derribados, caminos arrasados, casas de playa inundadas

3.67-5.49

5

Más de 249

Desastrosos: La mayoría de los edificios destruidos

Mayor que

5.49 metros

La parte más peligrosa de un huracán es la marejada. Esta columna de agua marina puede llegar a alturas superiores a los 6 metros. Por otra parte, las fuertes lluvias que acompañan al huracán causan severas inundaciones.

Algunos huracanes recordados por su “intensidad” son: Gilbert (sep-1988), 299 km/h. El huracán de los Cayos (sep-1935). Mitch (oct-1998), 287 km/h. Hugo (sep - 1989), 260 km/h. Andrew (ago-992), 250 km/h. Y obviamente, el Katrina y el Wilma.


¿Cómo se originan los huracanes?

Para ser consecuentes con mis afirmaciones iníciales, no voy a dar una descripción científica del origen del huracán. Baste saber que un ciclón tropical requiere la preexistencia de una perturbación atmosférica, océanos tropicales cálidos (temperatura de la superficie del agua superior a 27ºC), humedad y vientos relativamente suaves en altura. Lo de los océanos cálidos justifica la ausencia de ciclones en otras regiones del planeta, como en el norte y en el sur. Justifica también, aunque la evidencia empírica no, la relación cambio climático – huracanes.


¿Cuándo podemos hablar de desastre?

Cualquier definición es subjetiva. Organizaciones como el CRED (Centre for Research on the Epidemiology of Disasters) http://www.cred.be/cred1/index.htm, o el CE-DAT (Database on the Human Impact of Complex Emergencies) http://www.cred.be/cedat/index.htm consideran un desastre cuando se cumple con alguno de estos criterios:

· 10 o más personas muertas reportadas.

· 100 o más personas afectadas

· Declaración de estado de emergencia

· Solicitud de ayuda internacional

Cuando afirmo que es subjetivo es porque no se cómo podría llamar a estos eventos:

  • Ciclón de Bangladesh de 1970. 300,000 personas muertas
  • Huracán Fifí en Honduras de 1974. Entre 8,000 y 10,000 muertos
  • Huracán Mitch en Honduras de 1998. Más de 10,000 muertos

El Katrina, según la información del EM-DAT (International Disaster Database), produjo 1,322 muertes (ver tabla adjunta), sin embargo los mayores desastres (no establecidos en los anteriores criterios) producto del Katrina son los económicos y sociales. Se estima que el Katrina y el Rita dejaron pérdidas por U$131 billones.

¿Cómo podríamos llamar los resultados del terremoto Paquistán? Los 73,338 no son una cifra simplemente mayor que 10 ¿un mega desastre? Si miramos hacia Colombia y en el contexto de estos criterios, se justifica el calificativo que alguna vez le di en un rincón anterior… “Colombia país de desastres”


¿Qué diferencia un huracán de un tornado?

Antes de conocer sus diferencias veamos que tienen en común, ambos se caracterizan por los fuertes vientos y por el tipo de daños que ocasionan. Algunos tornados son “hijos” de un huracán. Los tornados generados por el huracán Andrew generaron grandes destrozos materiales. Cuando el huracán toca tierra se convierte en uno o más tornados. Es decir, las tormentas tropicales en tierra son tornados, he ahí una primera diferencia. Pero no todos los tornados son fruto de tormentas tropicales, se presentan tornados en Argentina (lejos del trópico) y con mucha frecuencia en los Estados Unidos. En un solo año se pueden contar más de 800 tornados. Esta es otra diferencia, se necesitaría una lista muy grande para darles nombre. El huracán es mucho más grande y tiene un período de duración más amplio, el tornado es más pequeño pero más poderoso, sus vientos pueden superar los 500 Km/h.