jueves, 29 de marzo de 2007

An inconvenient truth: ¿Verdad o engaño?

An inconvenient truth: ¿Verdad o engaño?


Por Juan Guillermo Rivera Berrío


En este Rincón se exponen las teorías sobre el Cambio Climático, tanto de los informes oficiales como no oficiales. El lector podrá sacar sus propias conclusiones, una de ellas es que tenemos que acercarnos más al conocimiento actual frente a este fenómeno que afecta a la población actual y generaciones venideras.


En noviembre del año pasado se lanzó el documental Una verdad inconveniente, del ex candidato a la presidencia de los Estados Unidos, Al Gore. La película de 96 minutos ha generado una polémica frente a las causas reales del Cambio Climático.


“Soy Al Gore... solía ser el próximo presidente de Estados Unidos”, esta frase y otros comentarios en el desarrollo del documental da la sensación de un tinte político, de una posible campaña de desprestigio al actual presidente y, porque no, de un lanzamiento a las próximas elecciones. El gran espectáculo multimedia muestra con lujo de detalles, la dramática rapidez con que los glaciares y los polos se han derretido en los últimos años y, la velocidad del calentamiento global con sus consecuentes efectos colaterales, entre ellos la devastación dejada por el paso del huracán Katrina en Nueva Orleáns.


Imagen tomada de la película

La tesis central que defiende Al Gore es la siguiente: Cuando la energía del Sol llega a la Tierra, buena parte rebota y vuelve al espacio. El problema ahora es que gases como el dióxido de carbono (CO2) y otros treinta más de "invernadero" (como el metano) ayudan a crear una capa en la que queda atrapado parte del calor del sol. La consecuencia directa es el calentamiento del planeta. La concentración de CO2 en la atmósfera, debido en buena parte al consumo de combustibles fósiles, ha aumentado exponencialmente, de 280 ppm (partes por millón) antes de la revolución industrial a cerca de 380 ppm.

Las afirmaciones de Al Gore coinciden extraordinariamente con el informe presentado en París, tres meses después del estreno del documental, por el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC, sigla en inglés), informe en el cual participaron más de 2.500 científicos. El Ministerio de Medio Ambiente de España publicó en Internet una traducción no oficial del informe del IPCC. Algunas de las conclusiones se transcriben a continuación

Los cambios en la cantidad de gases de efecto invernadero y aerosoles en la atmósfera, los cambios en la radiación solar y en las propiedades de la superficie terrestre alteran el balance energético del sistema climático.

El dióxido de carbono es el gas de efecto invernadero antropogénico más importante. La concentración atmosférica global ha aumentado de 280 ppm (valor preindustrial) a 379 ppm en 2005, la concentración atmosférica de dióxido de carbono en 2005 excede, con mucho, el rango natural de los últimos 650.000 años (180 a 300 ppm) según muestran los testigos de hielo.

La fuente primaria del incremento en la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera desde la era preindustrial es el uso de combustibles fósiles, junto con los usos del suelo que suponen una contribución significativa pero más pequeña.

El conocimiento de la influencia antropogénica en el calentamiento o enfriamiento del clima ha mejorado desde el Tercer Informe de Evaluación (TIE), lo que lleva a afirmar con un nivel muy alto de confianza que el efecto neto medio de las actividades humanas desde 1750 ha resultado en un calentamiento

El calentamiento del sistema climático es inequívoco, tal y como evidencian ahora las observaciones de los incrementos en las temperaturas medias del aire y los océanos, el derretimiento generalizado de hielo y nieve y el incremento medio global del nivel del mar.

Once de los últimos doce años (1995-2006) están en el ranking de los doce años más calurosos en los registros de temperaturas de superficie instrumentalizados (desde 1850).

Datos nuevos muestran que las pérdidas en las placas de hielo de Groenlandia y la Antártida han contribuido muy probablemente al aumento del nivel del mar desde 1993 a 2003

Las observaciones muestran la evidencia de un incremento en la actividad de ciclones intensos en el Atlántico norte desde aproximadamente 1970, correlacionado con el calentamiento observado de la temperatura de la superficie del mar (TSM) en los trópicos.

La información paleoclimática apoya la interpretación de que el calor de la última mitad del siglo pasado es inusual al menos en los últimos 1.300 años.

La mayor parte del incremento observado desde la mitad del siglo XX en las temperaturas medias se debe, muy probablemente, a los aumentos observados en los gases de efecto invernadero antropogénicos.

La continuidad de las emisiones de los gases de efecto invernadero en los índices actuales, o un aumento de estos índices, causaría un mayor calentamiento e induciría muchos cambios en el sistema climático global durante el siglo XXI, que muy probablemente serán mayores que aquellos observados durante el siglo XX.

Es muy probable que los episodios de calor extremo, olas de calor y precipitaciones fuertes tiendan a ser cada vez más frecuentes.

Los procesos climáticos, las retroacciones, y sus escalas de tiempo implican que el calentamiento antropogénico y el aumento del nivel del mar continuarían por siglos incluso si las concentraciones de gases de efecto invernadero se estabilizasen.

Las emisiones antropogénicas de dióxido de carbono continuarán contribuyendo al calentamiento y al aumento del nivel del mar durante más de un milenio, debido a las escalas de tiempo requeridas para eliminar este gas de la atmósfera.

Luego de leer el informe y de observar el documental, pareciera que el IPCC lo dirigiese Al Gore, o que éste tuvo acceso libre a las conclusiones antes de su divulgación al público.

¿Cuál es entonces el debate?

El rechazo al protocolo de Kyoto contra el calentamiento global por parte de Estados Unidos, en cabeza de su presidente (el adversario de Al Gore), los resultados obtenidos por los científicos y, la innegable evidencia del cambio climático, es el escenario ideal para la “revancha” del candidato perdedor. Se afirma entonces que los intereses del documental son de tipo político.

Pero es sólo el debate frente a la intencionalidad del documental. Por otra parte, existen científicos que no están de acuerdo con las conclusiones del IPCC, critican el informe por sustentarse en resultados “altamente probables”, estos científicos constantemente llamados “escépticos” en el documental, son contratados, según Al Gore, por las empresas petroleras o por el estado (Bush o empresas petroleras, que es lo mismo) para convertir en teoría lo que los hechos evidencian. Sin embargo, a pesar de las afirmaciones frente a esta maquinaria, supuestamente montada por las empresas petroleras, existen otras teorías que vale la pena conocer, al menos como una luz en el túnel apocalíptico presentado por Al Gore.

El calentamiento global podría estar ocasionado por los rayos cósmicos

Esta tesis es defendida por científicos del Centro Nacional Espacial de Dinamarca y es conocida como la cosmoclimatología. Se afirma que nuestras emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera tienen un efecto mínimo en la transformación del clima terrestre en comparación con otro factor, mucho más radical pero natural: los rayos cósmicos procedentes de la explosión de estrellas y que llegan a la atmósfera de la Tierra con mayor o menor intensidad dependiendo del campo magnético del Sol. Mediciones de dos décadas vía satélite han demostrado que existe un vínculo directo entre la intensidad de dicha incidencia de rayos cósmicos y el clima terrestre. Otras investigaciones recientes refuerzan el descubrimiento danés, que ha suscitado cierta polémica en la comunidad científica. Unos de los científicos de gran trayectoria es Henrik Svensmark, el cual publicó ‘Cosmoclimatology: a new theory emerges’, en la revista Astronomy & Geophysics, el mes pasado.

Apoyando esta tesis, Space Science Reviews acaba de publicar otro artículo en el que catorce investigadores señalan a lo largo de 140 páginas la influencia de la astronomía, el Sol y los efectos cósmicos sobre la Tierra y el clima de nuestro planeta.


Finalmente, la European Organization for Nuclear Research, con sede en Ginebra, anunció el pasado octubre que el proyecto conocido como CLOUD (Cosmics Leaving OUtdoor Droplets) ha comenzado a reunir datos para determinar la influencia que podrían tener los rayos cósmicos sobre la formación de las nubes y el clima de la Tierra.

El efecto Iris

Richard Lindzen, del Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT), duda que el cambio climático sea un problema, sostiene la tesis que él denomina del "efecto iris". Igual que el iris del ojo se cierra cuando se enfrenta a una luz brillante, en un mundo más cálido se produciría más vapor de agua que a su vez formaría más nubes, que son las que se encargan de bloquear la luz solar. Contrario al argumento de Al Gore, que dice que las nubes lo único que harían sería atrapar el calor.

Marte también se calienta y los marcianos no tienen autos

Otra tesis (defendida por las petroleras) afirma que el calentamiento que tenemos es natural, como ejemplo citan que en los años 40 hasta los 70 las temperaturas bajaron en el mundo, pero el C02 siguió subiendo. Esto muestra que el aumento del C02 –que es mínimo y beneficioso- no tiene mucho que ver con lo que está pasando. Con fundamento en los datos recogidos por las misiones de la NASA a Marte en 2005, en las que se descubrió que el dióxido de carbono en forma de “capas de hielo” cerca del polo sur de Marte se había reducido después de tres veranos consecutivos, una controvertida teoría considera que este calentamiento, producido de forma simultánea en la Tierra y en Marte, sugiere que los recientes cambios climáticos en nuestro planeta podrían no estar producidos por la acción del hombre. La causa del calentamiento global es desconocida

La causa del calentamiento global es desconocida

Otro grupo de científicos afirman que son apresuradas las afirmaciones de Al Gore y las del IPCC. Claude Allegre, geofísico francés, ex ministro de educación, profesor de las universidades de Yale, Carbridge, Cornell y de la Sorbona, expresa

"The increase in the CO2 content of the atmosphere is an observed fact and mankind is most certainly responsible. In the long term, this increase will without doubt become harmful, but its exact role in the climate is less clear. Various parameters appear more important than CO2. Consider the water cycle and formation of various types of clouds, and the complex effects of industrial or agricultural dust. Or fluctuations of the intensity of the solar radiation on annual and century scale, which seem better, correlated with heating effects than the variations of CO2 content".

En una entrevista reciente para el diario La Nación de Argentina, sostiene

“Es propaganda para Al Gore, que quiere ser presidente de los Estados Unidos, pero dice cosas que son completamente locas. Por ejemplo, que el nivel del mar va a ascender seis metros... En este momento, el mar asciende dos milímetros y medio por año. Quiere decir que aumenta 25 centímetros por siglo, no seis metros”.

El profesor David Deming de la Universidad de Oklahoma (autor de más de treinta artículos de investigación y un texto de hidrogeología), sostiene que es evidente el calentamiento global pero que su causa sigue siendo incierta: “In my opinion, it would be foolish to establish national energy policy on the basis of misinformation and irrational hysteria". (Testimonio al Comité ambiental del Senado Americano en diciembre de 2006). Es tildado de defender los intereses de las petroleras.

The great global warming swindle

The Ice is melting... The Sea is rising... Hurricanes are blowing... And It's
All
Your Fault... Scared? Don't beIt's Not True. Con estas frases, el pasado ocho de marzo, el canal 4 de la televisión inglesa, inicia el documental titulado El engaño del calentamiento global. Sin toda la parafernalia de Al Gore y con la participación de los llamados científicos escépticos, se presenta una versión que contrasta con la laureada Una verdad inconveniente.

Algunos de los argumentos expuestos son los siguientes:

La tierra tiene una larga historia de cambios climáticos. El calentamiento es un proceso natural.

La temperatura disminuyó inesperadamente en el “boom” económico de la posguerra, cuando las emisiones de CO2 crecieron dramáticamente.

Los datos satelitales no soportan el modelo de calentamiento global por gases invernadero.

La producción de CO2 antropogénica es minúscula comparada con la producida por la naturaleza (erupciones volcánicas, dióxido de carbono producido por los animales, bacterias, vegetación en descomposición).

Nueva evidencia muestra que la variación de la radiación solar está relacionada con el cambio climático.

Finalmente, presentan como argumento adicional, el fenómeno de los rayos cósmicos.

Éste es el bosquejo rápido del debate actual. Unos dicen que hay intereses políticos y económicos en el IPCC y en los ambientalistas que lo defienden; por su parte, el otro bando se defiende aduciendo que los científicos que soportan la tesis, son de primer orden, con artículos “peer reviewed”.

Lo verdaderamente valioso de este debate es su énfasis en el hecho de que todos somos actores en la problemática, por ello su divulgación en los medios masivos de comunicación. Lo que no podemos ignorar, independiente de las causas, es que algo está sucediendo en nuestro planeta. No necesitamos de una teoría para sentir el frío intenso del pasado invierno europeo o el calor asfixiante en nuestro Valle de Aburrá.

Sea o no el causante del calentamiento global, las emisiones de CO2 a nuestra atmósfera deben ser controladas, así sea para respirar un aire más puro mientras nos achicharramos.